La ópera nacional polaca por excelencia sorprenderá a más de uno por lo aquilatado de su lenguaje dramático y musical, cualidades imprescindibles para llevar a buen puerto la temática universal —el repudio de la madre con hijos ilegítimos— que conocemos en toda su crudeza a través del mito de Medea pero que Moniuszko aproxima, con más de medio siglo de antelación, al universo realista y compasivo de Jenůfa.
Ópera «nacional» —aunque no «nacionalista» en el sentido lato del término—, Halka ocupa en su país la posición seminal que ocuparon El cazador furtivo en Alemania, La vida por el zar en Rusia, Hunyadi László en Hungría o La novia vendida en República Checa. Escrita cuando Polonia vivía bajo el yugo ruso, Moniuszko se elevó gracias a ella como el héroe musical —con permiso de Chopin— de una tierra oprimida. Su protagonista —la campesina Halka— adquiere su trágica estatura gracias a su explícita identificación con el pueblo polaco —conseguida mediante la inflexión popular de su canto— y por las conmovedoras imágenes con las que enmarcaron su frágil figura el libretista y el compositor de esta obra imprescindible del Romanticismo centroeuropeo.
Ópera coorganizada por Ministry of Culture and National Heritage - Republic of Poland | Adam Mickiewicz Institute.
Ópera en cuatro actos
Música de Stanisław Moniuszko (1819-1872)
Libreto de Włodzimierz Wolski, basado en un cuento de Kasimierz Wójcicki
Estrenada esta versión en el Teatr Wielki de Varsovia el 1 de enero de 1858
Estreno en el Teatro Real
En versión de concierto
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Equipo artístico
Director musical | Łukasz Borowicz
Director del coro | José Luis Basso
Reparto
Stolnik | Maxim Kuzmin-Karavaev
Dziemba | Tomasz Kumiega
Janusz | Tomasz Konieczny
Zofia | Olga Syniakova
Halka | Corinne Winters
Jontek | Piotr Beczała
El gaitero | Javier Povedano