Creada específicamente para el Ballet de la Ópera de París en 1994, el coreógrafo Angelin Preljocaj encuentra un sutil equilibrio entre el genio clásico de la música de Mozart y la modernidad de su lenguaje coreográfico. Los decorados, perfectamente cincelados, evocan la elegancia y el refinamiento de un jardín a la francesa, mientras que el vestuario se inspira en el Siglo de las Luces.

Avanzando a los caprichos de una imaginaria Carte du Tendre y guiados por extraños jardineros, los bailarines despiertan al amor, de los primeros encuentros a la seducción, de la timidez a la atracción, de la resistencia al dulce atractivo del abandono en sublimes "pas de deux". Aún hoy, esta obra atemporal sigue explorando los códigos del amor y el modo en que se desarrollan los sentimientos humanos.