Fuenteovejuna
Fuenteovejuna, obra culmen de Antonio Gades, es ante todo una obra hermosísima, el último fruto de una gran madurez artística y personal. La sutil y conmovedora calidad de su materia no reside ni en sus valores estéticos –altísimos, por otra parte- ni en su espectacularidad, sino en la sencillez apabullante con que muestra la esencia de las cosas que quiere contar. Una esencia que sólo unos cuantos elegidos –como Gades en la danza o Peter Brook en el teatro- han sabido captar y expresar, casi siempre tras un largo camino no exento de dolorosas renuncias.
Esta pieza está basada en la comedia homónima de Lope de Vega, una obra dramática muy alejada de las fuentes que suelen inspirar los trabajos de danza española y de flamenco, incluidos los del propio coreógrafo. En ella, escrita entre 1612 y 1614 a partir de un hecho histórico publicado con anterioridad en la Crónica de las tres Órdenes Militares de Redes y Andrada, se cuenta cómo un pueblo entero de la alta Andalucía, Fuenteovejuna, se rebela contra los abusos perpetrados por un noble, el Comendador de la Orden de Calatrava Fernán Gómez de Guzmán, y acaba por ajusticiarlo. Cuando los Reyes, los católicos Isabel y Fernando, envían a un juez para esclarecer el caso, ni aun sometiendo a las peores torturas a los aldeanos logra que éstos denuncien al culpable, pues todos, con una sola voz, asumen la muerte del noble innoble y la responsabilidad de su destino. Unos sentimientos de solidaridad que no podían dejar de tentar a un hombre de las ideas políticas y de las aspiraciones sociales de Antonio Gades quien, a propuesta del escritor y flamencólogo José Manuel Caballero Bonald, se decidió a asumir el proyecto. Gades logra que cada voz y cada cuerpo –y en numerosas ocasiones los coros de hombres y de mujeres funcionan como un solo cuerpo y una sola voz- utilice un lenguaje propio del mismo modo que los personajes de Lope utilizan las palabras y los versos que le son más afines. Fuenteovejuna es, sin duda alguna, uno de los grandes ballets del siglo XX.
Inspirada en la obra homónima de Lope de Vega
Música de Antón García Abril, Modest Mussorgsky, música barroca, Antonio Gades, Faustino Núñez, Juan Antonio Zafra
Dedicada a la memoria de Celia Sánchez Manduley
Estreno absoluto en la Ópera Carlo Fenice de Génova el 20 de diciembre de 1994
Reestreno por la Compañía Antonio Gades en el Teatro Romano de Verona el 20 de agosto de 2008
Equipo artístico
Coreografía y dirección | Antonio Gades
Adaptación | José Manuel Caballero Bonald y Antonio Gades
Arreglos y selección musical | Faustino Núñez
Maestro de ballet folclórico | Juanjo Linares
Ambientación y vestuario | Pedro Moreno
Iluminación | Dominique You
Directora artística | Stella Arauzo
Director técnico | Dominique You
Reparto
Laurencia | Cristina Carnero
Frondoso | Ángel Gil
El alcalde | Alberto Ferrero
El comendador | Joaquín Mulero