"Siempre cantaré, siempre cantaré, no veo un final" decía Victoria de los Ángeles en un documental que le hicieron en 1992. Y añadía que no lo decía por miedo a la muerte, sino porque cantar formaba parte de ella de manera indisoluble. Así se clausuraba este año lleno de actividades en las que hemos celebrado el centenario de su nacimiento, el 1 de noviembre de 1923 en la Universidad de Barcelona. Un año en el que la hemos podido conocerla y acercarnos un poco más, con actividades que han ido de la ópera al espectáculo infantil y de la música popular a la sinfónica. Un año en el que cada día se ha llevado a cabo al menos un acto en recuerdo y homenaje a la Victoria. Así que, ciertamente, podemos decir orgullosos que, como decía ella misma, no ha dejado de cantar.

Después de varias galas operísticas, veladas de Lied y conciertos de canción catalana, éste es ciertamente un programa muy especial. En 1964, grabó, bajo la dirección de su amigo, el violinista Yehudi Menuhin, la celestial pieza Laudate dominum de las Vespres solemnes de confesor de Mozart, una grabación en la que la música de Mozart ya de por sí tocada por la divinidad, coge en la voz de Victoria, otra dimensión. El año anterior había llegado su primer hijo, Juan Enrique, y en 1968, llegaría el segundo, Alejandro. 

También el Réquiem de Fauré es una de las grandes creaciones de Victoria, con el Pie Jesu con el que quiso dar despedida a su propio hijo. Queríamos acabar así, con este Réquiem que no es de la muerte sino de la luz, compuesto por Gabriel Fauré -del que se celebra precisamente el centenario de su muerte- con ocasión de la muerte de sus padres. Celebramos así con esta Victoria Eterna, a la soprano, la mujer, la hija del bedel la Universidad, aquella chica sencilla y a la vez artista de renombre internacional que siempre fue Mimì, como ella misma nos recordó. La velada de clausura también incluye el estreno absoluto del Ave María compuesto por Joan Morera, sobrino de Enric Morera.

No se nos acudía mejor manera que hacerlo que con dos antiguos becados de la Fundación, en espléndido momento como son Irene Mas Salom y Josep Ramon Oliveras, con la orquesta Victoria de los Ángeles dirigida por Pedro Pardo y con el Noctes Cor de Cambra, dirigido por otra antigua becada, Maria Mauri. Así, la voz de la Victoria sigue sonando, viva, a través de estas nuevas generaciones de músicos. Un programa que se realizó en tres ocasiones: en la Iglesia de Santa Ana de Barcelona, ciudad donde nació (y que recoge esta grabación), en el Monasterio de Sant Cugat del Vallès, ciudad donde pasó sus últimos años y en la clausura oficial del centenario en la Generalitat de Catalunya. Donde lietà uscì al tuo grido d'amore.

Helena Mora, presidenta de la Fundación Victoria de los Ángeles
Marc Busquets, comisario del Centenario de Victoria de los Ángeles